Antiguo Banco Central de R.D., S.D. 1956.  

Estilo internacional y modernidad academicista

En la década del cincuenta culminó para Caro una trayectoria arquitectónica muy fructífera en diseños y aportes al desarrollo y enseñanza de la arquitectura en el país, desde propuestas pequeñas, como el edificio del Instituto del Libro, hasta la participación en proyectos relacionados con la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre. Su práctica osciló entre las propuestas privadas en lenguaje democrático y abierto y las propuestas gubernamentales, en las cuales utilizó el doble código clasicista impuesto por la oficina de Henry Gazón Bona, de clara influencia fascista, como se observa en el proyecto de la Secretaría de Educación, Bellas Artes y Cultos, el Palacio de Correos, el Banco Central y el Banco de Reservas de la avenida San Martín. Su libertad creativa e innovadora se evidencia en los proyectos no construidos del diario El Caribe y del Banco de Crédito Agrícola e industrial.

En 1955, justo en frente de la Facultad de Ciencias Médicas, Caro diseñó y construyó la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, uno de los edificios más imponentes del campus. Se trata de un intrépido volumen perpendicular a la vía principal que se eleva sobre el nivel de la calle y cuyas escalinatas conducen a una explanada que, sobre pilotes, sirve de espacio de encuentro y llegada. En este interesante espacio abierto, pero techado, se encuentran sofisticados detalles arquitectónicos que incluyen una marquesina curva con una pasarela para la llegada de vehículos, además de un impresionante mural de mosaicos realizado también por Vela Zanetti.

Con su innovadora fachada de muro cortina lograda con celosías de vidrio que producía una ventilación cruzada, en su momento fue uno de los mejores ejemplos del estilo internacional de la región. Desafortunadamente, hoy este edificio se encuentra muy modificado.

Algunas obras de este período se enmarcan en los lineamientos del estilo internacional, de aparente homogeneidad, de formas planas y desnudas modificadas sutilmente para responder a situaciones climáticas y culturales. En los edificios públicos utilizó la flexibilidad de la planta libre a partir del uso de estructuras de esqueleto. En un funcionalismo monocromo, junto con un rebrote del tardo academicismo de su formación, sus proyectos aunaron la plástica geométrica con una gran calidad constructiva.